22 de marzo de 2010

Riesgos del tabaco durante el embarazo

He visto en un blog algo que me ha llamado la atención y que les traigo a colación. Las autoridades sanitarias, muy preocupadas de nuestro bienestar, quieren evitar los efectos nocivos del tabaco. Por eso obligaron en su día a las compañías tabacaleras a inlcluir en todos los paquetes esas esquelas con las que meten el miedo en el cuerpo de los fumadores (por cierto, que en su día surgió un negocio de cajetillas vacías, con mensajes menos agresivos, para que los fumadores pudieran mirar a su paquete de tabaco sin sentir remordimientos de conciencia cada vez que iban a encender un cigarrillo).
Estas son algunas de las frases que los fabricantes deben incluir, por ley, en el envase:
- Fumar acorta la vida
- Fumar reduce la fertilidad
- Fumar provoca cáncer mortal de pulmón
- Fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor
- Fumar puede reducir el riego sanguíneo y provoca impotencia

No seré yo quien quite un ápice de importancia a esta campaña. Como ex-fumador, sé lo que me costó dejarlo (hace ya 18 años, y todavía me apetece fumar de vez en cuando, pero resisto), por lo que me parece muy bien que se ayude a los fumadores a deshabituarse. La mayor dependencia del tabaco no es la física, sino la psicológica.

Pero aquí me encuentro con dos de las múltiples paradojas a las que nos somete la cultura progre imperante en nuestros días. Tan contradictorias, ambas, que duele enunciarlas. Las indico por separado.
  1. Se defiende por un lado la absoluta libertad del individuo. Aún en cosas que pueden ser negativas, la libertad del individuo se coloca por encima de cualquier consideración. Por ejemplo, un descontrolado libertinaje sexual que lleva a un aumento de embarazos no deseados y como carambola, al aumento del aborto, se admite como inevitable. Y en vez de fomentar valores de castidad se promueve el uso irresponsable y anti-humano de la sexualidad separada de la procreación. La libertad de cada uno solo conoce el límite de la de los demás. No existen referencias morales válidas ni necesarias. Sin embargo, el Estado se empeña en coartar nuestra libertad. Trata de impedirnos correr por las autopistas a más de 120 Km/h. Nos impone que uno de los del grupo con los que salimos de copas por la noche se mantenga sobrio mientras los demás podemos caer en coma etílico, para que pueda llevar él el coche. Y está empeñado en que los fumadores dejen de fumar. Todo se resume en la famosa frase de la DGT: "NO PODEMOS CONDUCIR POR TÍ", que transmite un tufillo intervencionista que da miedo: "...PORQUE SI PUDIERAMOS, LO HARIAMOS, POBRE CIUDADANO, QUE NO SABES HACERLO BIEN." Como ellos saben mejor que nosotros lo que nos conviene, intentan por todos los medios educarnos para que hagamos lo que ellos quieren. En este caso, dejar de fumar. ¿Dónde está mi libertad para fumar si me da la real gana de hacerlo?
  2. Se insiste en que el embrión o feto no es todavía un ser humano (o una persona). Es lo que subyace en la ley del aborto que nos acaban de imponer. No se puede negar que sea un ser vivo, pero se le niega la dignidad humana, para autorizar de este modo su destrucción. Sin embargo, les traiciona el subconsciente, y en las cajetillas de tabaco ponen la frasecita que les traigo en la foto: FUMAR DURANTE EL EMBARAZO PERJUDICA LA SALUD DE SU HIJO" ¿De su hijo? ¿Qué hijo? ¿No habíamos quedado que la mujer no está embarazada de un hijo, sino que lo que lleva dentro era un grupo celular, poco más que un parásito, del que la madre puede desprenderse en cualquier momento si no le conviene? Bueno, en cualquier momento no. Sólo si tienen menos de 14 semanas.
Para ser totalmente coherentes, sugiero al ministerio de Sanidad que cambie el lema de esta esquela por este otro: "Fumar durante el embarazo perjudica la salud del ser vivo que lleva dentro". O quizás esta otra: "Fumar durante el embarazo, después de la semana 14, puede perjudicar la salud de su hijo sano" (porque si tiene algún defecto tampoco es un hijo, sino un grupo celular candidato a la trituradora.). Aunque pensándolo bien, ¿por qué se meten en camisas de once varas? Después de todo, este mensaje es discriminatorio, pues se dirige exclusivamente a las mujeres. Me parece que el Ministerio de Igualdad debería intervenir para pedir su cancelación, o proponer otro mensaje no sexista, del estilo del siguiente: "El progenitor o progenitora que fume durante el embarazo perjudica la salud del hijo o hija sano o sana después de la semana 14 de embarazo, o del pre-embrión, grupo celular o ser vivo en los demás casos". Me parece que así queda mucho más claro. Lo malo es que a lo mejor no cabe en la cajetilla.

Por el mismo precio les doy otro consejo a las mentes pensantes del Ministerio de Sanidad: Incluir campañas de promoción del tabaco entre los jóvenes aprovechando los lemas  "Fumar reduce la fertilidad" y "Fumar puede reducir el riego sanguíneo y provoca impotencia" dentro de las estrategias del Ministerio para reducir el número de embarazos no deseados. La campaña incluiría regalo de cajetillas con estos lemas en los bares de copas donde los jóvenes se emborrachen (todos menos el que va a conducir) y tengan después relaciones sexuales seguras. Porque el tabaco, como todo el mundo sabe, es un metodo anticonceptivo primario. Y si falla, siempre queda el recurso al aborto. Al fin y al cabo, hay que resignarse y aceptar que por mucho que hagamos, los jóvenes van a seguir fumando. Por lo menos, que lo hagan de forma responsable y con un sentido.

Es fantástico este Ministerio que procura limpiar los pulmones manchando a la vez las conciencias...
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1 comentario:

Federico dijo...

fijate bien fumar es malo pero ¿y el tabaco'?

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