9 de octubre de 2010

Isabel Viladomiu debate con Agustín Ballesteros en TV 3 sobre FIV



Hoy he coincidido con Isabel Viladomiu, de la Asociación Catalana de Estudios Bioéticos, en las jornadas que ha organizado aebi sobre los Comités de Ética Asistencial. Me ha contado que estuvo el pasado día 6 de octubre en TV3 en un debate, con la excusa de la concesión del Nobel de Medicina a Robert Edwards, sobre la fecundación in vitro. Aquí está el vídeo del programa. Se trata de un debate con Agustín Ballesteros, director médico del IVI de Barcelona. Merece la pena verlo, porque los argumentos que da Isabel son de mucha lógica. No se asusten, que se habla en castellano y en catalán, indistintamente...

Los aspectos negativos de la FIV que ella señala son los siguientes:
  • La hiperestimulación ovárica que se necesita hacer a la mujer para conseguir varios óvulos
  • El tráfico de gametos (aunque la ley prohibe pagar por donar óvulos...) que se genera para conseguir donantes de óvulos, a los que se paga "para compensar las molestias"
  • El problema de los embriones sobrantes, metidos en los congeladores y con un futuro muy incierto.
  • La eugenesia que supone la selección embrionaria con las modernas técnicas de diagnóstico genético preimplantacional, que impiden la posibilidad de nacer a los embriones con defecto.
Por supuesto, el tema principal es que el ser humano no puede cosificarse. Y que no son los padres los que tienen derecho a tener un hijo, sino el hijo quien tiene derecho a nacer fruto de la relación de sus padres, y no de las técnicas de un laboratorio. Se trata del respeto debido a la dignidad del ser humano.
Atención al doctor Ballesteros: En un momento del debate se pone un poco nervioso, y ante la pregunta clave de cuándo comienza la vida humana, afirma que el embrión no es un ser humano. Según él, podrá llegar a serlo, pero de momento no es un ser humano, sino... un embrión. ¡Que le den el próximo Nobel de medicina a este hombre!

P.D.
Querida Isabel: He puesto tu entrevista en mi blog antes que tú en el tuyo.
;-)
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4 comentarios:

Gabriela dijo...

Yo casi sólo quiero decir, que lamento mucho el distanciamiento de actitudes frente a la vida que se da, desde que el mundo es mundo, y hoy, con los avances científicos provoque estas dos maneras de actitud frente a la vida, tanto daño a los derechos humanos de los no nacidos, ya sea en el congelamiento de embriones, que es escalofriante, de película de terror; por supuesto son personas congeladas o con un aborto provocado. Por supuesto que aplaudo a la doctora, todo esto es manipular la vida, mientras que la naturaleza es sabia, esta bien respetarla completamente. Vuelvo a decir, es lamentable estas dos maneras opuestas de enfrentar la vida, es doloroso que hayan personas, muchas personas que no son capaces de ver cuando es blanco y cuando negro y actuar consecuéntemente.

Anónimo dijo...

Legalmente ya se prevé desde el derecho romano, cuando la persona es un sujeto de derechos. La ley es una medida de justicia, aunque algunos, por las razones que sean puedan no estar de acuerdo con ello. La moral como criterio válido para apartarse del dictado de la ley,se aborda con el tratamiento de la objeción de conciencia, sin que todos los supuestos sean subsumibles autonáticamente en esa excepción. No debe olvidarse que tiene esa naturaleza excepcional, y que quienes actúan y razonan con la ley en la mano no están equivocados. En mi opinión el discurso católico sobre el aborto y la discusión sobre el surgimiento de la vida, es irrelevante porque no piensa que una vez en el mundo el niño tiene derecho a que se le proteja, a que se garantice su adecuado desarrollo y a que le quieran. Equivale a que no es tanto conseguir nacer como conseguir las condiciones óptimas para que no se cosifique a la persona nacida. Esto es mucho más grave y nadie hace nada por evitar el negocio de la adopción (mucho más lucrativo que una clínica abortiva), por no hablar del tráfico de menores o de los órganos de estos pequeños. Prefiero el uso científico de un embrión congelado, o la muerte de ese embrión si nadie iba a querer al futuro niño, que ver padecer a éste una vez nacido en manos de extraños, desalmados o sinvergüenzas, inconsciente e inocente de las voluntades ajenas. ¿Por qué no ayudan a frenar estas monstruosidades y se olvidan de moralinas en las que nunca va a haber acercamiento porque ambas posturas encontradas son legítimas?

Agustín Losada dijo...

Querido anónimo:
Siguiendo la lógica de su argumento es justo exterminar a las poblaciones de los países pobres, antes de que sigan pasando hambre. Bastaría con que se decidiese que los que están por debajo de determinado nivel de ingresos no son personas. Se acabarían muchos de los problemas del mundo... pero quedaría el fundamental: No se respetarían los derechos humanos, porque no se puede hacer distinción alguna en dignidad humana en función de la raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. No lo digo yo. Es la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU. Discriminar por el hecho de que se tenga menos de 9 meses de vida y se esté en etapa embrio-fetal es contrario a la dignidad humana. La Iglesia Católica no tiene nada que ver con esto.

Guadalupe Cantú dijo...

Excelente artículo! Me encanta la claridad de conceptos de la Doctora. Si defendemos la vida, debemos de ir en contra de la fecundación in vitro.

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