28 de julio de 2010

Toros sí. Niños no


En Cataluña el parlamento autonómico acaba de decretar la prohibición las corridas de toros por 68 votos a favor, 55 en contra, y 9 abstenciones. La iniciativa Legislativa Popular tuvo éxito. Parece que los pobres animales sufren mucho y se ven sometidos a un stress "inhumano". Ahora, al menos en Cataluña tienen quien les defienda. Desde ahora ya no habrá más "crueldad" con los animales. En vez de corridas de toros veremos la historia feliz del toro Ferdinando (creo que era de Walt Disney), que pasó de lidiar en la plaza a pastar feliz por los prados mascando una florecilla (¿por cierto, no tendrían que protestar los defensores de las margaritas salvajes?) mientras miraba embelesado la luna... desde ahora veremos a los toros bravos paseando por las calles de Barcelona, en feliz armonía con sus defensores, como las vacas sagradas de la India. Seguro que es un atractivo turístico más.
Ya se vé que no soy un aficionado a los toros, pero me parece que esta medida es una solemne tontería por varias razones:
  1. Denota una mentalidad totalitaria prohibir las corridas. A nadie se le obliga a ir a verlas. El que no le guste, que se quede en casa o que vaya a los "Love Parade", si le motivan más. Tamaña obsesión normativa me recuerda el eslogan del "No podemos conducir por tí"... que si pudiéramos, lo haríamos.
  2. Ataca a una fiesta nacional, que es parte de nuestra tradición cultural y símbolo por el que muchos extranjeros nos reconocen. Es como si en Inglaterra se prohibiera las cacerías de zorros para evitar la crueldad con los pobres animales indefensos. Los extranjeros van a alucinar con nosotros.
  3. Seguro que con la crisis económica que padecemos hay asuntos mucho más prioritarios en los que invertir el tiempo que en tontadas como esta. Por eso me parece un coste de oportunidad perder el tiempo en dictar leyes absurdas como esta.
  4. Habrá que indemnizar a los empresarios taurinos de Cataluña, a los que acaban de arruinar. Los empresarios taurinos cifran las pérdidas en 300 millones de euros ¿Es que nos sobra el dinero?
Mientras tanto, ni uno solo de los aguerridos defensores del toro ha hecho nada para impedir que se destroce a los seres humanos en el vientre de sus madres. Los padres de la patria catalanes están más preocupados por defender al toro de un supuesto trato "salvaje" que en defender la vida de sus futuros votantes, ciudadanos catalanes que nunca podrán ver la luz. Diferentes varas de medir: Vale más la vida de un toro que la de un ser humano en periodo embrionario... Saludenme al "doctor" Morín.

Share

1 comentario:

Alejandro Pendico dijo...

Hola,

En cuanto al punto número uno: la libertad de maltratar animales por gusto no existe. Racionalmente el hecho de pensar en tener "libertad de torturar y matar un animal" no tiene ni pies ni cabeza.

Punto número dos: clara variante de la falacia naturalista. Trascendental en bioética, por cierto.

Punto número tres: tanto en un contexto de crisis como en un contexto de prosperidad siempre habrán cosas más importantes y no por ello las menos importantes deben desatenderse (al margen de que lo que nos atañe lo considere usted una tontez o no, claro).

Punto número cuatro: creo haber leído que los catalanes van a indemnizar a los empresarios. Miraré a ver.

Un saludo,

Alejandro Pendica

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...