No deja de sorprenderme esta ministra. Estoy seguro de que ha sufrido algún trauma infantil que le ha afectado irremediablemente.
Ayer, el ministerio de Sanidad que preside Trinidad Jiménez adelantó cómo piensan hacer para que las menores de 16 años puedan abortar, en desarrollo a la nueva ley del aborto que si nadie lo remedia entrará en vigor en nuestro país el próximo día 5 de julio. Esto es lo que dice El País:
"Las jóvenes de 16 y 17 años que quieran abortar pueden tomar libremente la decisión de hacerlo -hasta la semana 14, al igual que el resto de las mujeres-. Sin embargo, deberán presentar un documento que acredite que al menos uno de sus padres (o tutores) está informado. La chica podrá acudir a la clínica con ese representante legal o sola, siempre que presente ese texto junto con alguna documentación acreditativa (fotocopia del DNI de su madre, por ejemplo) que certifique que ese representante legal está informado. Así lo contempla el último borrador del desarrollo reglamentario de la nueva ley del aborto que entrará en vigor el próximo 5 de julio, y al que ha tenido acceso EL PAÍS."
Esta mujer que preside el ministerio de Sanidad piensa que unos padres a los que su hija de 16 años les dice que está embarazada y que si le dejan abortar, cogen un papel, le firman una autorización y la dejan que vaya ella sola al médico con una fotocopia de su DNI. Supongo que piensa que las niñas llegarán a su casa por la tarde, del colegio y le preguntarán a su padre:
- Papá, ¿me dejas abortar?
- No sé, hija. Yo de eso no entiendo. Pregúntale a tu madre.
- Mamá, papá me ha dicho que te pregunte si me dejas abortar
- Ay, hija mía, qué poco precavida eres. Sí, claro, como no te voy a dejar. No querrás destruir tu vida. Que eres todavía muy joven. A ver, ¿dónde tengo que firmar?
- Aquí mamá. Firma en esta hoja y me dejas una fotocopia de tu DNI, que ya se lo llevo yo al médico.
- Pues toma, hija. Y a ver si tienes más cuidado la próxima vez. ¿Quieres que vaya contigo al médico?
- No, déjalo. Ya voy yo sola.
- Bueno, como quieras.
Compañeros de clase de mis hijos falsifican las firmas que les piden en el colegio para autorizarles a salir de excursión, o para demostrar que han enseñado las notas a los padres. Nada hace pensar a la ministra que las niñas de 16 años pudieran hacer lo mismo con este papel que exigen que lleve la niña para confirmar que al menos uno de los progenitores está informado. Y tampoco le parece raro que ante un aborto de una hija de 16 años los padres se queden en casa, autorizando a la niña a que vaya ella solita al médico.
Lo dicho, esta mujer ha debido tener una infancia muy, pero que muy dura.
2 comentarios:
Te lo tomas con humor, Agustín, y es lo mejor que podemos hacer... Pero, esto, es para hartarse de llorar...
Y ¡lo de la fotocopia! ¡Toma ya! ¿Qué trabajo le cuesta a la niña que piense abortar "sustraer" un momento el DNI de papá o de mamá y, si no puede en casa (que una impresora-fotocopiadora, hoy en día no es cosa rara), hacer la fotocopia en esas máquinas automáticas que hay por cualquier parte.
Sin embargo, a mis pacientes mayores, se les niega en la Farmacia (con razón) un paracetamol sin receta médica.
Está claro que es algo intencionado para fingir que existe un control, que al final, dejan en manos de las niñas (por lo que realmente es como si no existiera).
No sé cómo sería la infancia de la ministra, pero sí sé que la futura adolescencia lo tiene mucho más duro, con tantas facilidades para ser infelicidad y tánto empujándoles a ello...
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