El pasado fin de semana se ha celebrado un congreso en Santiago de Compostela sobre nuevas tecnologías en reproducción asistida, organizada por la clínica gallega Zygos.
Antes de nada, tengo que indicar que soy consciente de que lo que voy a decir no cuenta con muchos simpatizantes. Pero lo creo firmemente, y como tal lo expreso: No me parece aceptable destruir a unos seres humanos para curar a otros.
En este congreso se han explicado los últimos avances en medicina reproductiva y regenerativa. La doctora María Graña, de la clínica organizadora del acto, afirmó sin tapujos: "Es uno de los grandes avances de la Medicina Reproductiva, porque hay un grupo importante de niños, algunos ya de dos años, que han nacido libres de enfermedades hereditarias graves, como el caso de retinosis pigmentaria, enfermedad de Lorenzo, fibrosis quística, hemofilia o poliquistosis renal. Además, en otras patologías se ha logrado seleccionar embriones por padecer enfermedades ligadas al cromosoma X". Es decir, que han seleccionado embriones con determinadas características para que fueran implantados y así llegar a nacer niños con esos criterios genéticos que se buscaban. Lo que no dice es lo que ha pasado con los hermanos de esos niños, generados también en una placa de Petri, y que han sido desechados y destruídos por no cumplir con los requisitos genéticos que se necesitaban.
Por desgracia, esto es lo que se hace, cada vez con más frecuencia, en los casos de bebés seleccionados genéticamente para ser compatibles con su hermano enfermo y poder así recoger su sangre del cordón umbilical al nacer. Es esta la única esperanza de vida que tienen. Y para ello, se seleccionan entre varios embriones a los que tienen dichas características y se "fabrica" un bebé-medicamento. Destruyendo, claro, a los demás embriones, llamados de manera muy gráfica "sobrantes". Es decir, primero destruimos a un montón de seres humanos para luego emplear técnicas sofisticadas y mediante el uso de la SCU curar a uno de esos hermanos.
Es en este escenario donde uno de los brókeres que transportan la sangre de cordón fresca a procesar al extranjero ha decidido participar, y a través de su director médico, explicar las utilidades de la SCU, en una ponencia titulada "Células madre de cordón umbilical y criopreservación de sangre de cordón". Su presentación ha ido después de otras en las que se explicaba cómo mediante diagnóstico genético preimplantacional (DGP) se pueden seleccionar los embriones mejores para tener un hijo sano. Es decir, eugenesia, en su versión siglo XXI.
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