20 de mayo de 2009

Células madre embrionarias o de cordón umbilical

El Doctor Carlos Simón, director científico del IVI, ha sido pionero en lograr extraer células madre a un embrión sin legar a destruirlo. Así, espera almacenar estas células que serían potencialmente mucho más interesantes que las células madre procedentes de sangre de cordón umbilical. Según él, las células madre embrionarias son Totipotentes (porque a partir de ellas se puede desarrollar cualquier tejido), mientras que las de cordón umbilical sólo se pueden usar de momento para tratar enfermedades de la sangre (al estar ya con un compromiso de diferenciación mayor).
Yo opino que no es todo tan simple. Como él mismo afirma, “las células madre embrionarias son un caballo desbocado: produce todos los tipos celulares, y a veces lo hace de forma desordenada, pero no maligna. Por eso se está trabajando en controlar este caballo desbocado y conseguir su diferenciación controlada. Sí pueden dar lugar a un teratoma, que es un tumor”. Esta es la triste realidad: Las células embrionarias se desbocan y acaban produciendo la muerte del paciente.
Me sorprende que este médico tan afamado, responsable del nodo valenciano del Banco Nacional de Líneas Celulares, situado en el Centro de Investigación Príncipe Felipe, no sepa que la sangre de cordón ya ha curado muchas enfermedades que no están directamente relacionadas con la sangre. Y que las células madre del cordón umbilical tienen la ventaja de comportarse para lo bueno como las embrionarias (por su ductilidad), pero sin sus efectos negativos, al ser más controlables. Prometo hacer una recopilación de enfermedades susceptibles de trasplante con SCU, que publicaré en este blog próximamente.
El Dr. Simón cree que gracias a su técnica no hará falta guardar la sangre de cordón. Porque todo el mundo preferirá guardar sus propias células embrionarias, que son mucho más útiles… Sólo pasa por alto un detalle: Los seres humanos se desarrollan, no se fabrican, como los coches. Si yo cojo un tornillo, no puedo llamarle a eso "coche". Hace falta que ese tornillo se una con más piezas hasta que empiecen, entre todas ellas, a tomar cierta forma de coche. Con las personas no es así: Desde la primera célula (el cigoto) ya está ahí contenida toda la carga genética que ese individuo tendrá en todas y cada una de sus billones de células a lo largo de toda su vida. Esa primera célula es ya esa persona, aunque la tengamos que ver al microscopio.
Para poder extraer de un embrión una de sus células (aunque sea sin provocarle daños) ese embrión debe estar fuera del claustro materno. Es decir, que hay que producir un ser humano in vitro para luego manipularlo, y finalmente implantarlo… No veo a familias recurriendo a FIV sin necesitarlo, es decir, pudiendo concebir un hijo de forma natural. Y los que tienen que recurrir a FIV es porque tienen algún problema para lograr concebir a un hijo de forma natural. Ya de por sí un embrión in vitro tienen menos posibilidades de implantar que uno “natural”. No me imagino a unos padres pasando por este calvario y añadiéndole más dificultades al manipular al embrión para conservar alguna de sus células… Qué quieren que les diga. Todo suena demasiado científico y planificado, como para referirse a los estadios iniciales de la vida de un ser humano. No es que le rompa la magia; es que le rompe la dignidad.
Si alguien está interesado en profundizar más en este tema, le recomiendo la página http://www.blogger.com/www.bioeticaweb.com. O podemos debatir lo que desee. La Ciencia es incontrovertible. Por mucho que diga Bibiana Aído.
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