12 de octubre de 2011

Opinión favorable a los bancos privados de sangre de cordón umbilical


Marcelo Palacios es uno de los responsables del convenio de Oviedo (Convenio Europeo sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina). En su etapa como diputado socialista fue ponente de leyes como la del aborto y la de reproducción asistida. Me parece que también ha participado en el proyecto de ley de muerte digna (es decir, de eutanasia). Pertenece al Comité de Bioética de España, y desde hace algunos años es el presidente de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), con sede en el edificio Gota de Leche de Gijón. Le traigo a colación, no por sus méritos en haber facilitado la introducción del aborto en España, o en haber fomentado el desarrollo de la FIV. Tampoco por defender que la eutanasia sea el mejor medio de defender la dignidad de la persona, como hace en su libro “Soy mi dignidad. Consideraciones y propuestas sobre la muerte digna”. Evidentemente, en todos esos temas nos encontramos en las antípodas del pensamiento. Pero me parece oportuno reseñarlo para demostrar que en el tema que nos ocupa, el hecho de que coincidamos plenamente no es sospechoso de ninguna postura bioética supuestamente conservadora.
Me refiero al libro que acaba de publicar, y del que se ha hecho la presentación oficial esta semana pasada, sobre bancos de cordón umbilical. En este libro, el Dr. Palacios habla del “destierro celular” al que se somete a las células madre de sangre de cordón por una legislación absurda. En efecto, el RD 1301/2006 que rige el funcionamiento de los bancos de sangre de cordón en nuestro país exige que las unidades que se depositen en España, aunque sean privadas, sean puestas también a disposición universal a través del registro español de donantes (REDMO). Por esta razón, la inmensa mayoría de las familias que conservan privadamente el cordón se lo llevan a guardar al extranjero, contratando el servicio con empresas que actúan de intermediarios entre ellos y los bancos europeos que son quienes procesan y conservan la sangre del cordón. Tan solo hay un banco privado que ofrece a las familias la posibilidad de conservar la sangre de cordón en España. Y con semejantes trabas, son solo 100 las familias que han decidido dejar las células madre de sus hijos en sus instalaciones dentro del territorio nacional. Como muy bien dice Marcelo Palacios, la exigencia de la donación que se impone a aquellos que quieren conservarlo en nuestro país choca con los principios de autonomía y la libre decisión de las personas para hacerlo.
El problema, en mi opinión, es que la ley confunde donación y depósito privado, y se refiere siempre a los bancos privados como “de uso autólogo eventual”, como si ignorasen que la principal utilidad de la sangre de cordón en ellos almacenada es precisamente el trasplante entre hermanos compatibles. Pero como se equipara el depósito privado con la donación se cae en contradicciones absurdas, que chocan con principios superiores, como la libertad y la autonomía. La ley obliga de este modo a la solidaridad, lo cual es una flagrante contradicción. La solidaridad, para ser auténtica, debe ser libre y voluntaria. Jamás coaccionada. Sin embargo, la ley dice textualmente en su artículo 27.1: “Las células y tejidos almacenados en los establecimientos de tejidos estarán a disposición de los centros o unidades de aplicación de tejidos y células para usos alogénicos en procedimientos terapéuticos con indicaciones médicas establecidas en receptores adecuados
Y para que no queden dudas al respecto, en el punto siguiente se indica que “la aplicación autóloga quedará encuadrada en el caso de procedimientos terapéuticos de eficacia demostrada en indicaciones médicas establecidas” (recuérdese que cuando el RD 1301/2006 dice aplicación autóloga se refiere a los bancos privados, aunque vayan a usar después las células madre en un trasplante alogénico dentro de la familia).
Además, no se puede ser solidario si uno no se es libre y previamente respetado en los derechos fundamentales que emanan de su dignidad. La constante es el valor dignidad, del cual emanan la libertad y la autonomía. Como dice Marcelo Palacios, si te ponen condiciones para ser solidario es que no eres libre.
Existe, por otro lado, otro caso sangrante por su comparación: El de los 216 centros de reproducción asistida, con sus correspondientes bancos de embriones que existen en España. Aquí se trata de un material mucho más sensible que las células madre de la sangre de cordón. Y sin embargo no se obliga a las familias a almacenarlos fuera de España si quieren mantenerlos para uso privado.
El problema, se dice, es de índole científico: La sangre de cordón no resulta útil para enfermedades genéticas, porque contiene en sus células el mismo defecto genético que se pretende corregir. Pero se omite mencionar que sí puede ser muy útil, y de hecho es la opción preferida, en muchas enfermedades adquiridas.
El Comité de Bioética de Cataluña publicó en abril de este año un documento de consideraciones sobre los bancos de cordón umbilical privados. Tras denostar la utilidad científica del depósito privado de sangre de cordón, sorprendentemente el documento del Comité declara que la controversia principal que plantea la existencia de bancos de cordón privados (“para uso autólogo” lo denominan también ellos) no es de índole científica, sino ética. Como ellos mismos lo definen, “se trata más que nada de un conflicto entre la propiedad individual y la libertad de disponer de la misma para uso privado y la solidaridad equitativa ante la enfermedad.”
Entre sus conclusiones, el Comité de Bioética de Cataluña tiene una sorprendente: Desaconsejan el establecimiento de convenios entre las instituciones sanitarias y los bancos de sangre de cordón para uso autólogo, de manera especial entre aquellas maternidades que forman parte de la red de atención pública. No deja de sorprenderme que aquellos que más presumen de defensa de las libertades sean precisamente los que más esfuerzos hacen por limitarla en función de sus particulares prejuicios ideológicos.
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10 comentarios:

Anónimo dijo...

"Y con semejantes trabas, son solo 100 las familias que han decidido dejar las células madre de sus hijos en sus instalaciones dentro del territorio nacional."
¿Que ha pasado con las otras 550 que tenian en abril de 2010?
Eso decia en el blog de vidacord
http://vidacord.blogspot.com/2010/04/un-banco-de-sangre-de-cordon-privado.html
¿Se las ha quitado todas el REDMO?
Ojalá, aunque me temo que ese no será el motivo, ¿verdad Sr. Losada?
Siempre suyo
LINFOMANO

Agustín Losada dijo...

Querido Linfómano.
Qué alegría me da verle de nuevo por mi humilde blog.
En primer lugar, le pido disculpas por no haberle respondido antes. No tengo excusa, aunque es verdad que he estado demasiado atareado.
Aprovecho que se pasa usted por aquí para plantearle yo una cuestión que usted, seguramente sabrá responder: ¿Sabe usted cuál es la mejor opción terapéutica para las enfermedades linfoproliferativas? ¿Trasplante autólogo o alogénico de progenitores hematopoyéticos?
Un saludo muy cordial

Anónimo dijo...

Ya veo que pasa de contestarme (sorpresa), y desvia la conversación (sorpresa), le diré lo siguiente: El que parece que no lo sabe (o no lo quiere saber) es usted y su cómplices de negocio.
Sigo esperando la repuesta a mi pregunta ¿que ha pasado con los otros 550 depósitos que tenian de más el año pasado?
Igual los han tenido que tirar a la basura porque no valiana, jejeje.
SALUDOS CORDIALES.

Agustín Losada dijo...

Querido Anónimo:
Yo también observo sorprendido que usted desvía el tema para negarse a responder a mi sencilla pregunta.
Con todo lo que sabe usted del tema, ¿podría ilustrar a los lectores de este blog explicando cuál es la mejor opción terapéutica para las enfermedades linfoproliferativas? ¿El trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos o el alogénico?
Cuando usted conteste a esta sencilla pregunta estaré encantado de satisfacer su curiosidad acerca del tema que tanto le preocupa.
Saludos aún más cordiales

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que es de mala educación contestar (?) a una pregunta con otra, y más con una pregunta que no tiene nada que ver.
Viniendo de usted tampoco me sorprende. Y en el fondo me alegro que lo haga así, no hace más que darme la razón en todo lo que he mantenido durante este tiempo.
En el fondo no me interesa tanto su respuesta, dada su credibilidad en estos temas que me ocupan y de verdad me preocupan. Es más curiosidad que otra cosa. Solo me preocupan los posibles enfermos que se han quedado de repente sin 550 posibilidades de hacerse un trasplante, aunque a usted le preocupen más mis conocimientos médicos, y el dinero por supuesto, que de algo hay que vivir.
Muchísimas gracias ¿doctor? ¿señor? Losada.
LINFOMANO

Agustín Losada dijo...

Querido Linfómano:
No sabe usted cuánto me agradaría poder charlar tranquilamente con usted y ayudarle así a desmontar los prejuicios en los que está instalado y que le impiden ver la realidad. La pena es que usted no quiere escuchar. En sus blogs no acepta que nadie le tosa (o sea, que alguien le lleve la contraria). Aquí, en cambio, puede usted decir lo que le plazca, aunque no venga al caso. Hasta se puede permitir el lujo de ser descortés con el autor del blog.
Yo, por mi parte, trataré de seguir siendo amable con usted y con todos aquellos que se tomen la molestia de pasar por este humilde blog.
Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Bueno Agustín, esta vez si que te quiero escuchar, o leer, mejor dicho, dentro de mis prejuicios ideológicos y mi desvíos del tema (jejeje).
Por cierto, una pregunta:
¿que ha pasado para que desaparezcan de repente 550 depósitos del banco donde trabajas?
Como ya se que quieres que te conteste a tu pregunta antes, mi respuesta es esta:
"LO QUE DIGA EL DR. WAGNER".
No dudo que te satisface mi respuesta. Espero la tuya.
CHAO.
LINFOMANO

Agustín Losada dijo...

Querido Linfómano:
¿Tan difícil le es responder a una pregunta tan sencilla? Sin ánimo de comparar, a Jesucristo le quisieron también pillar en renuncio, e hizo lo que yo en este momento: SI usted no me dice cuál es la mejor opción terapéutica para las enfermedades linfoproliferativas, SI ES el trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos o el alogénico, yo tampoco le digo qué ha pasado con las 550 muestras que tanto le preocupan.
Un cordial abrazo

Anónimo dijo...

Si tu eres jesucristo, ¿yo quien se supone que soy? en que en temas biblícos si que estoy pez.
Por cierto,no se porque le preocupan tanto mis conocimientos médicos, ya que tengo los mismos que pueda tener cualquier licenciado en filología hispánica metido a comercial. Lo que no se es como no eres un parado más, si yo fuera tu jefe ya estarias en la calle, por dejarme en evidencia a mi y a mi empresa.
Por mi parte y viendo que no me contesta ni me contestará, doy por terminada esta "amena" charla que no hace más que corroborar lo que siempre he mantenido.
Hasta la próxima.
LINFOMANO.

Agustín Losada dijo...

Querido Linfómano:
No escucha usted. No he dicho que yo sea Jesucristo. He dicho que le voy a decir lo mismo que dijo Jesucristo. Aunque usted esté pez en temas bíblicos, alguna vez habrá escuchado ese pasaje del Evangelio. No es un problema de fe, sino de cultura general.
En cualquier caso, lamento que una vez más se niegue a rebatir argumentos y se comporte como un maleducado en los blogs ajenos. Tiene usted una mala costumbre que está convirtiendo en crónica a fuerza de no corregirla.
A lo mejor en parte la culpa es mía por permitirle que me insulte en mi propio blog, en lugar de borrarle sus entradas como hace usted conmigo cuando le planteo argumentos que a usted le disgustan (y no sabe rebatir) en el suyo.

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