1 de marzo de 2010

Aborto y comunión: Políticos, no. Rey, sí

ACTUALIZADO 4 de marzo 2010: El Rey ha firmado ya la ley. Aparece publicada en el BOE de hoy con su firma y la leyenda "Mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar esta ley orgánica" al final de la misma. 

A ver si me aclaro: Los políticos que han votado a favor de la ley del aborto han cometido un pecado muy grave de forma pública, y por tanto, no pueden acercarse a comulgar si no se arrepienten antes de forma pública. Esto lo ha dicho muy clarito el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, y es consistente con la doctrina expuesta desde siempre por la Iglesia y que aparece claramente expresada en su Código de Derecho Canónico.
Pero el Rey, que también debe firmar dicha ley, sin embargo no es responsable del mismo pecado, y no se ve afectado por el mismo principio. Según declaraciones de Mons. Martínez Camino el pasado día 24, "la situación de su Majestad el Rey en este punto, al tener que sancionar con su firma una ley, es una situación única. No hay ningún otro ciudadano que se encuentre ante esa situación. Y por lo tanto, no son posibles principios generales para una situación única". Justo después de decir esto, como si se hubiera dado cuenta del jardín en el que se acababa de meter, dijo al periodista que le preguntaba que habrá que atenerse a los principios generales, pero no hay una exhortación, como usted dice, ni una declaración de la Conferencia Episcopal a este respecto".
He visto varios blogs contrarios a la Iglesia, con afirmaciones del tipo "La hipócrita Iglesia no excomulga a reyes", y otras lindezas por el estilo. Dejando a un lado la perversa intención que esconden de aprovechar cualquier oportunidad para atacar a "la infame", la realidad es que es éste, y no otro, el mensaje que con tamaña actitud han provocado los obispos españoles.
Todo esto, a pesar de que al día siguiente, entrevistado en la Cope por Nacho Villa, Mons. Marttínez Camino lo trató de arreglar, afirmando que la moral aplica a todos por igual, también al Rey (?) Además, declaró su convencimiento de que el Rey sabrá cómo atenerse a la moral católica en este caso (??) ¿Este Rey? ¿En base a qué piensa esto el portavoz de la CEE?

Por desgracia, cuando se publique esta ley en el BOE, al final de la misma dirá:


JUAN CARLOS I, REY DE ESPAÑA
A todos los que la presente vieren y entendieren.
Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente ley orgánica...
Por tanto, mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar esta ley orgánica.


Madrid, (fecha).

JUAN CARLOS I R.


El Presidente del Gobierno,

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO
 
Para mí, el problema es que el Rey, si decidiera no firmar esta ley, abdicando por un día, por ejemplo, como hizo en su día Balduíno, se enfrentaría a otro problema mayor. Y es el de explicar en que se diferenciaría su actitud de ahora con la de años atrás, cuando estampó su firma en otra ley del aborto, varias del divorcio y una del matrimonio gay. Que yo sepa, no se ha retractado públicamente de su pecado, y ha comulgado ostensiblemente, incluso de manos del Papa... La excusa, seguro es que el Rey actúa como icono de una institución, no como persona. Lo que parece evidente es que si el Rey decidiera finalmente no firmar la ley, ello no impediría su aprobación, pero sí crearía un grave problema institucional y para él mismo. En mi opinión, quien más perdería sería él mismo, porque se rompería con un pacto tácito de caballeros en España: La monarquía no se mete en camisa de once varas y las instituciones del Estado no cuestionan su presencia.
 
Por favor, que alguien lo aclare.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Agustín, yo estoy como tú. Da la sensación si no de hipocresía, de confusión entre lo correcto y lo adecuado, que tantas veces es un cable de difícil equilibrio.
Pienso que la referencia final para todas las partes, el último juez es nuestra conciencia. Es Juan Carlos I el que debe decidir en conciencia qué hacer. Y es a la Iglesia a la que corresponde decirle la verdad, con misericordia, pero con firmeza. Y, si actúa en contra de Dios, amonestarle, en privado, si el hecho es privado, o en público, si es necesario. Cueste lo que cueste, que costaría. Hay una persona, canonizada, ejemplar en esto: Tomás Moro. Aún al Rey hay que recordarle lo que está bien y lo que está mal.
Dani

javier dijo...

Querido Don Agustín: A veces, si uno desbroza el jardín se encuentra con las hadas. Es evidente que la moral atañe a todos, también a los reyes. También es verdad que, en este asunto, una es la responsabilidad de los políticos en general que son muchísimos, otra la de los parlamentarios que son menos y otra la del rey que es solamente uno en cada país con monarquía, de ahí su nombre. Por eso lo que la Iglesia ha dicho de los parlamentarios -que pueden votar a favor de una ley de aborto solo si es más restrictiva que la vigente- no se puede aplicar a los demás políticos -que no votan- ni al rey cuya función es singular y requiere una solución distinta. ¿Qué solución? Se han oído muchas: que abdique como hizo el rey Balduino por un tiempito; que dimita para siempre; que no firme y ya veremos... Pero la Iglesia no se ha pronunciado públicamente por una razón muy sencilla: lo que tiene que decir para iluminar la conciencia del rey no tiene por qué decírselo a los periodistas, basta con que se lo diga al rey. Entonces, los demás ¿cómo sabremos si el rey ha obrado bien o mal? Primero habrá que esperar hasta que obre -firmando o absteniéndose de hacerlo- y luego -solo en el caso de que firme- habrá que esperar el juicio de la Iglesia. Si firma y sigue comulgando será señal de que la Iglesia no tiene nada que reprocharle. Solo entonces alguien podría pensar que la iglesia tiene dos varas de medir y podría pedir una explicación. Y estoy seguro de que la Iglesia -única Institución en el mundo que juzga con imparcialidad- sabría dar la explicación oportuna.
Yo he tratado de desbrozar el jardín. Espero que usted haya oteado alguna hada.

Agustín Losada dijo...

Es evidente que se ha creado confusión con este tema, y no sé si ha sido involuntariamente o no.
Yo tengo una máxima que trato de aplicar siempre, y es la de no juzgar nunca a nadie, por muy evidente que me parezca que una persona está realizando una acción reprobable. Porque no me considero con la capacidad suficiente para interpretar lo profundo de la conciencia de los demás. Tan solo el acto en sí. Y eso no es suficiente para dar una valoracioón oral (falta conocer la intención y el grado de consentimiento). Por eso me abstengo de valorar lo que vaya a hacer el Rey. Lo que es evidente es que:
1.- El Rey ya ha firmado una ley del aborto hace años, y sigue comulgando sin mayor escándalo, incluso de manos del Papa.
2.- Esta ley es significativamente peor que la actual en vigor.
3.- Es posible que la Iglesia haya actuado como lo ha hecho a propósito y con plena intención. No seré yo quien la critique. Pero si me pidieran la opinión en la CEE les diría que, o lo hacen con más discreción o con mayor claridad. Dar un mensaje críptico con tanto bombo crea confusión en el pobre pueblo cristiano, entre los que me incluyo.

Dicho esto, la Iglesia es Madre y Maestra. Si lo hace así, por algo será.

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